La semana pasada pensé que sería buena idea escribir sobre mis ideas acerca de cómo los seres humanos aprovechábamos el tiempo que tenemos para vivir, cuánto tiempo dedicábamos a hacer lo que nos apetecía hacer, con lo que realmente disfrutamos.
Lo cierto es que comencé a escribir y empezaba hablando del tiempo que destinábamos a distintas tareas tales como dormir, comer, asearse, trabajar, etc.
Mi objetivo era poder plasmar mi percepción sobre el mal aprovechamiento de nuestro tiempo para disfrutar de todas esas cosas que, para mí, unidas, definen el concepto de vivir.
Quería llegar a la conclusión de que, por las razones que sean y sin culpar al sistema, al gobierno, o a similares tan recurridos; los seres humanos, en general, no sabemos o no podemos aprovechar nuestro tiempo para nuestro beneficio, para nuestra felicidad personal.
Algunas de las razones por las que se daba este fenómeno eran la incapacidad innata del individuo para tal fin, la percepción que se tiene de la necesidad de capital para poder hacer las cosas que nos gustan, el trabajo como consecuencia natural de lo anterior, la falta de tiempo suficiente por tener que dedicarlo al trabajo.
¡Voilà! He aquí el problema.
El trabajo. El trabajo está bien, me parece necesario, pero vivir también. No me parece lógico la forma de "vida" que llevamos en la cual la mayoría de nuestro tiempo, excluyendo el necesario para sufragar nuestras necesidades biológicas, tengamos que dedicarlo al trabajo, como obligación, en lugar de a nuestro disfrute personal. Nosotros estamos aquí de paso, y por un período relativamente corto de tiempo. Me pregunté, ¿estamos locos, qué estamos haciendo?
Al final dejé de escribir... Pensé, ¿qué sabré yo? Solo soy un mero trabajador.
PD: Os dejo un video relacionado que quizás puede que os haga reflexionar. Seguramente ya lo habéis visto.